Los papeles de Mario Vargas Llosa se encuentran depositados en la Biblioteca Firestone de la Universidad de Princeton y cubren, por ahora, el período entre 1944 y 1995. Los materiales incluyen cuadernos y libretas, manuscritos de sus libros, una amplísima correspondencia con escritores, editores, traductores, lectores y otros y la correspondencia y manuscritos generados por su participación política en el proceso electoral peruano de 1990. También hay materiales audiovisuales y manuscritos de las traducciones y adaptaciones de sus novelas. Documentos adicionales de fechas más recientes están en proceso de catalogación.
En la misma biblioteca Firestone se puede encontrar cartas de Vargas Llosa en los papeles de escritores y críticos como Guillermo Cabrera Infante, José Donoso, Carlos Fuentes, Abelardo Oquendo y Emir Rodríguez Monegal. Se han publicado selecciones de cartas de Vargas Llosa en algunos libros y en revistas como Letras Libres (varios destinatarios), Casa de las Américas (Ambrosio Fornet) y Hueso Húmero (No. 35, 1999, Abelardo Oquendo). Cartas de José María Arguedas a Vargas Llosa aparecieron en la revista Anthropologica.
Los expedientes de censura de sus primeros libros se pueden consultar en el Archivo General de la Administración en Alcalá de Henares.
Existe un cuantioso archivo de recortes periodísticos y fotografías que cubren toda la trayectoria del escritor y que, al momento de escribir esta nota, se encuentra en manos de su familia en Lima. Su biblioteca personal fue donada en 2016 al Gobierno Regional de Arequipa. A la fecha han sido trasladados unos 25,000 volúmenes y quedan todavía alrededor de 10,000 por entregar. Muchos libros contienen dedicatorias de sus autores y anotaciones de Vargas Llosa; un grupo de ellos no están todavía disponibles para consulta.
Se han publicado ediciones críticas de Los jefes (Ángel Esteban y Yannelys Aparicio, Verbum, 2016), Los cachorros (dos veces: Guadalupe Fernández Ariza, Cátedra, 1982, y Ángel Esteban y Yannelys Aparicio, Verbum, 2016), ambos títulos en un solo volumen (Ángel Esteban, Espasa-Austral, 2007) y La ciudad y los perros (Dunia Gras, Cátedra, 2020), a las que habría que agregar las ediciones críticas de Œuvres romanesques publicadas por Gallimard en su colección La Pléiade (2016).
Carlos Aguirre